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Donde está la atención está la realidad

No cabe duda que la atención es un factor primordial para la curación. Un poco de filosofia no le hace mal a nadie. Les compatimos este excelente texto de Jidu Krishanamurti:

DONDE HAY ATENCION ESTA LA REALIDAD

Las nubes se habían acomodado entre las colinas, ocultándolas y ocultando las montañas lejanas. Había llovido todo el día: caía una fina llovizna que no arrastraba la tierra, y en el aire flotaba el agradable aroma de los jazmines y de rosas. El grano maduraba en los sembrados; entre las peñas donde se alimentaban las cabras, había arbustos y algún viejo y nudoso árbol disperso. En lo alto de la ladera un manantial fluía sin interrupción, invierno y verano, y el agua hacia un agradable sonido al correr ladera abajo, a través de un bosquecillo antes de desaparecer entre los abiertos campos al otro lado del pueblo. Los aldeanos estaban construyendo un pequeño puente de piedra tallada sobre el arroyo, bajo la supervisión de un ingeniero local.

Era un viejo de carácter afable y los hombres trabajaban relajadamente cuando él andaba por ahí; pero en cuanto se iba solo unos pocos continuaban, los demás dejaban en el suelo sus herramientas y sus cestas y se sentaban a charlar.

Por el sendero que rodeaba al arroyo venia un lugareño con una docena de asnos, regresaban de la ciudad cercana con los sacos vacíos. Eran asnos de finas y graciosas patas que avanzaban a trote ligero, deteniéndose de vez en cuando para mordisquear la yerba fresca que crecía a uno y otro lado del camino. Volvían a casa y no hacia falta arriarlos. A lo largo del sendero había pequeñas parcelas cultivadas y una suave brisa agitaba los tiernos trigales.

En una casita cantaba una mujer de clara voz; hacía brotar lágrimas, no por algún recuerdo nostálgico sino por la pura belleza del sonido. Uno se sentó bajo un árbol y la tierra y los cielos penetraron su ser. Mas allá del cántico y de la tierra roja estaba el silencio, el silencio total en  el que la vida entera está en movimiento. Había ahora luciérnagas entre los árboles y los arbustos y brillaban claras en la reciente oscuridad. Era sorprendente la inmensa luz que desprendían. Sobre una oscura roca, el suave destello de una única luciérnaga contenía la luz del mundo.

Era joven  y muy serio; tenía ojos claros, penetrantes. Aunque estaba en la treintena, todavía no se había casado; pero  el sexo y el matrimonio no eran un problema apremiante, añadió. Era un hombre fornido y traslucía vigor sus gestos y su manera de andar. No era muy dado a la lectura pero había leído cierto número de libros serios y había reflexionado sobre las cosas.

Trabajaba en una oficina del gobierno y dejo que su sueldo era bastante bueno. Le gustaban los juegos al aire libre, especialmente el tenis, en el que era evidentemente bastante bueno. No le interesaba el cine y solo tenía unos cuantos amigos. Explicó que acostumbraba meditar mañana y noche durante una hora y que, después de oír la charla anterior, había decidido venir para discutir el sentido y significado de la meditación. De niño solía sentarse a menudo en un pequeño cuarto a meditar con su padre; solo conseguía quedarse no mas de diez minutos y a su padre, parecía no importarle.

En la pared de aquel cuarto había un solo cuadro, y ningún miembro de la familia entraba ahí más que para meditar. Aunque su padre no lo había animado ni desanimado, y jamás le había dicho como meditar, o que sentido tenía todo aquello, por alguna razón, meditar le había gustado desde que era pequeño. Mientras estuvo en la universidad le había sido difícil hacerlo a horas fijas, pero luego que consiguió un empleo había meditado durante una hora cada mañana y cada noche y ahora no prescindiría de esas dos horas de meditación por nada del mundo.

“He venido señor, no a discutir ni a defender nada, sino a aprender. Aunque he leído sobre las diversas clases de meditación para los distintos temperamentos y he desarrollado un modo de controlar mis pensamientos, no soy tan tonto como para imaginar que lo que hago es verdadera meditación. Sin embargo, si no me equivoco, la mayoría de las autoridades en meditación aconsejan precisamente dominar el pensamiento, lo consideran esencial.

He practicado también un poco de yoga, como medio de aquietar la mente: ejercicios respiratorios específicos, la repetición de ciertas palabras, cánticos etc. Le digo todo esto simplemente a titulo de presentación, y puede que no sea importante. El caso es que estoy realmente interesado en practicar la meditación, se ha convertido para mi en una necesidad vital y quiero saber mas sobre ella”

La meditación tiene significado solo cuando comprende al meditador. Al practicar lo que usted llama meditación, el meditador está separado de la meditación, ¿no es así? ¿Por qué existe esta diferencia, esta brecha entre ellos? ¿es inevitable o es necesario poner fin a esta distancia?

Sin comprender realmente la verdad o falsedad  de esa aparente división, los resultados de esa llamada meditación son semejantes a los que puede producirse a través de cualquier tranquilzante que se tome para calmar la mente. Si nuestro propósito es sojuzgar el pensamiento, entonces servirá cualquier sistema o droga que produzca el efecto deseado

“Pero elimina usted de un plumazo los ejercicios de yoga, los sistemas tradicionales de meditación que han practicado y recomendado a través de los siglos los innumerables santos y ascetas ¿Cómo pueden estar todos equivocados?”

¿Y porque no habrían de estar equivocados? ¿porqué esta credulidad? ¿no ayuda un atemperado escepticismo a comprender todo este problema de la meditación?. Usted acepta lo que dicen porque ansía resultados, éxitos, quiere “llegar”. Para comprender que es la meditación ha de haber duda, indagación; y la mera aceptación destruye la posibilidad de indagar. Tiene que ver usted mismo lo falso como falso; la verdad en lo falso y la verdad como verdad, ya que nadie puede instruirle sobre ella.

La meditación es el camino de la vida, forma parte de la existencia diaria y la plenitud y la belleza de la vida solo pueden comprenderse a través de la meditación. Sin comprender toda la complejidad de la vida y las reacciones cotidianas momento a momento, la meditación se convierte en un proceso de autohipnosis. La meditación del corazón es la comprensión de los problemas diarios; no puede usted llegar muy lejos si no empieza muy cerca.

“Eso lo puedo comprender, no puedo uno escalar la montaña sin pasar antes por el valle. En mi vida diaria he tratado de apartar los obstáculos obvios, como la codicia, la envidia, etc. Y, para sorpresa mía he conseguido dejar de lado las cosas del mundo. Veo y comprendo con bastante claridad que es necesario sentar los cimientos correctos, pues de lo contrario ningún edificio puede sostenerse.

Pero la meditación no es una simple cuestión de domar los ardientes deseos y pasiones. Las pasiones tienen que ser subyugadas, dominadas, sin embargo señor, ciertamente la meditación es algo más que eso ¿verdad? No cito a ninguna autoridad pero creo que la meditación es algo mucho mas trascendente que el mero hecho de sentar unos sólidos cimientos.”

Es posible, pero en el comienzo mismo esta la totalidad. No es que primero tengamos que sentar los cimientos adecuados y luego construir o primero librarnos de la envidia y luego “llegar”. En el principio mismo está la terminación. No hay distancia que cubrir, no hay escalas, no hay punto de llegada. La meditación misma es intemporal, no es un modo de llegar a un estado intemporal. Ella es, sin principio ni fin; pero estas son meras palabras y seguirán siendo mientras no investigue y comprende usted por si mismo la verdad y falsedad acerca del meditador.

“¿Por qué es eso tan importante?”

El meditador es el censor, el que observa, el autor del esfuerzo “correcto” y del esfuerzo “erróneo”. El es el centro y desde ahí el teje la red del pensamiento. No obstante es el pensamiento mismo el que lo ha creado. Es el pensamiento el que ha producido esta brecha entre pensador y pensamiento. Si esta división no cesa, la llamada “meditación” solo refuerza el centro, al experimentador que se considera a si mismo  independiente de la experiencia.

El experimentador siempre anhela más experiencia. Cada experiencia fortalece la acumulación de experiencias anteriores, lo que a su vez, dicta y moldea la experiencia actual. De esta manera la mente se condiciona a si misma sin interrupción. La experiencia y el conocimiento no constituyen por tanto, los factores liberadores que supuestamente son.

“me temo que no comprendo todo esto” dijo un poco perplejo.

La mente es libre solo cuando deja de estar condicionada por sus propias experiencias, por el conocimiento, la vanidad, la envidia; y la meditación es la liberación de la mente de todas estas cosas, de todas las actividades e influencias egocéntricas.

“comprendo que la mente debe estar libre de todas las actividades egocéntricas pero no acabo de captar lo que entiende por influencias”

Su mente es resultado de las influencias ¿no es cierto? Desde la niñez, su mente ha estado influida por el alimento que ingiere, por el clima en el que vive, por sus padres, por los libros que lee, el ambiente cultural en el que se educa… se le ha enseñado lo que hay que creer y lo que no hay que creer; su mente es resultado del tiempo, que es memoria que es conocimiento.

Toda experiencia es un proceso de interpretación de acuerdo con el pasado, con lo conocido, y por consiguiente no trae una liberación de lo conocido, sino solo una continuidad modificada de lo que existió. La mente es libre solo cuando ha terminado esa continuidad.

“pero ¿Cómo sabe uno que la propia mente esta libre?

Este deseo mismo de tener certeza, de estar seguro, es el principio del cautiverio. Solo cuando la mente no esta atrapada en la red de la certidumbre, y no busca certeza, se halla en estado de descubrimiento.

“la mente quiere, en efecto, estar segura de todo y ahora veo como ese deseo puede ser un obstáculo”

Lo importante es morir a todo lo que uno ha acumulado porque esta acumulación es el “yo” el “ego” el “mi”. Si esta acumulación no termina, existe la continuidad del deseo de estar seguro, como existe la continuidad del pasado.

“empiezo a ver que la meditación no es sencilla. Es relativamente fácil dominar el pensamiento y adorar una imagen o repetir ciertas palabras y cánticos es solo adormecer la mente. Pero la meditación verdadera parece ser mucho más compleja y ardua de lo que yo hubiera imaginado.”

En realidad no es compleja aunque puede ser ardua. Mire, habitualmente no partimos de lo factual, del hecho, de lo que pensamos, hacemos, deseamos; partimos de suposiciones y de ideales que no son cosas reales; y así nos extraviamos. Para partir de los hechos y no de suposiciones necesitamos una atención intensa; y toda forma de pensar que no se origine en los hechos, es una distracción. Por eso es tan importante comprender lo que de hecho ocurre tanto dentro como alrededor de uno.

“¿no son hechos las visiones?”

¿lo son? Vamos a averiguarlo. Si es usted cristiano sus visiones siguen cierto modelo, si es hindú, budista o musulmán seguirán un patrón distinto,; ve a Cristo o a Krishna según su condicionamiento. La educación y la cultura en la que se ha creado, determina sus visiones ¿Cuál es la realidad, la visión o la mente que ha sido formada  dentro de cierto molde?

La visión es la proyección de una tradición en particular, que dependiendo de las circunstancias termina siendo el telón de fondo de la mente. Este condicionamiento y no la visión que proyecta, es la realidad, el hecho. Es fácil comprender el hecho, pero lo dificultan nuestros gustos y aversiones, nuestra condena del hecho, las opiniones o juicios que tenemos sobre el hecho. Estar libre de estas diversas formas de evaluación es comprender lo factual, lo que es

¿quiere usted decir que nunca miraremos un hecho directamente, sino siempre a través de nuestros prejuicios y recuerdos, a través de nuestras tradiciones y experiencias basadas en estas tradiciones.? Para usar sus palabras nunca nos damos cuenta de nosotros mismos como realmente somos. Una vez mas veo que tiene usted razón señor, el hecho es lo único que importa.”

Consideremos todo el problema de manera distinta ¿Qué es la atención? ¿Cuándo está usted atento? ¿presta alguna vez, verdadera atención a algo?

“presto atención cuando algo me interesa”

¿Es atención el interés? Cuando esta interesado en algo ¿Qué le ocurre en realidad a la mente? Es evidente que está interesado en ver pasar  a esas vacas ¿Qué es ese interés?

“Me siento atraído por su movimiento, su color su forma sobre el fondo verde”

¿hay atención en ese interés?

“creo que la hay”

Un niño esta absorto en un juguete, ¿llamaria a usted eso atención?

“¿no lo es?”

El juguete absorbe el interés del niño, ocupa su mente y el está quieto, ya no está agitado; pero quítele usted el juguete y volverá a inquietarse y a llorar. Los juguetes adquieren importancia porque lo mantienen tranquilo. Lo mismo les sucede a las personas mayores. Quíteles el juguete: la actividad, la creencia, la ambición, el deseo de poder, el culto a los dioses o al estado, la lucha por una causa, y ellos también estarán inquietos, perdidos confusos.

Por tanto los juguetes de los mayores también se vuelven importantes. ¿hay atención cuando el juguete absorbe la mente?. El juguete es una distracción ¿no es cierto?. El juguete se vuelve importantísimo, y no la mente que está ocupada con él. Para comprender lo que es la atención debemos fijarnos en la mente y no en sus juguetes.

“nuestros juguetes, como lo llama,¿ retienen el interés de la mente?”

El juguete que retiene el interés de la mente puede ser el maestro, un cuadro o cualquier otra imagen hecha por la mano o por la  mente; y este estado absorto de la mente en un juguete se llama concentración. ¿es atención esa concentración?. Cuando esta usted concentrado de esta manera y la mente esta ensimismada en un juguete, ¿hay atención? ¿no es esa concentración un estrechamiento de la mente?. Y ¿es eso atención?.

“Del modo en que he practicado la concentración, es una lucha mantener la mente fija sobre un determinado punto con exclusión de todos los demás pensamientos, de todas las distracciones”

¿hay atención cuando uno opone resistencia  a las distracciones? Es indudable que las distracciones surgen solo cuando la mente ha perdido interés por el juguete; y entonces hay un conflicto ¿no es así?.

“ciertamente hay un conflicto para vencer las distracciones?

¿Es posible prestar atención mientras la mente libra una batalla?

“Empiezo a ver lo que quiere decir señor, por favor continue”

Cuando el juguete absorbe la mente, no hay atención, ni la hay cuando la mente se esfuerza por concentrarse excluyendo para ello las distracciones ¿hay atención mientras la atención tenga un objeto?

“¿no es lo mismo que ha dicho antes? Solo que ahora utiliza la palabra objeto en lugar de juguete”

El objeto o juguete puede ser externo, pero también hay juguetes internos ¿no?

“Si señor, ha enumerado algunos de ellos me doy cuenta de esto”

El motivo es un juguete mas complejo ¿Hay atención cuando se tiene un motivo para estar atento?

“¿Qué entiende por motivo?”

Una compulsión a actuar, un afán de perfeccionamiento personal basado en el temor, la codicia, la ambición, una causa que lo mueve a uno a buscar; el sufrimiento que le hace querer, huir, etc. ¿Hay atención cuando opera algún motivo oculto?

“Cuando me veo obligado a estar atento por el dolor o el placer, por el miedo o la esperanza de recompensa, entonces no hay atención. Si, veo lo que quiere decir. Esto está muy claro, señor, lo comprendo.”

Por lo tanto no hay atención cuando afrontamos cualquier cosa de esta manera. Y la palabra y el nombre ¿no interfiere con la atención?. Por ejemplo, ¿miramos alguna vez la luna sin verbalizar, o acaso la palabra luna interfiere siempre en lo que miramos? ¿escuchamos jamás algo con atención o, acaso nuestros pensamientos, nuestras interpretaciones, interfieren en lo que escuchamos? ¿prestamos alguna vez atención a nada?.

Sin duda la atención no tiene motivo, no tiene objeto, juguete, lucha, verbalización. Esta es la verdadera atención ¿no es así? Donde hay atención, está la realidad.

“¡pero es imposible prestar esta plena atención a nada!- exclamó, si pudiéramos hacerlo no habría problemas”

Cualquier otra forma de atención solo aumenta los problemas ¿no le parece?

“veo que así es pero ¿Qué puede hacer uno?”

Cuando ve que cualquier concentración en un juguete, cualquier acción basada en un motivo, sea el que fuere, solo aumenta la perversión y la desdicha, entonces en este hecho de ver lo falso, existe la percepción de lo verdadero y la verdad tiene su propia acción. Todo esto es meditación.

“Si puedo decirlo señor, he escuchado con seriedad y he comprendido muchas de las cosas que ha explicado. Lo que se ha comprendido tendrá su propio efecto sin que yo interfiera en ello. Espero poder volver algún día”

Jidu Krishnamurti

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